Por Claudia Cisneros Méndez
Es uno de los primeros casos de denuncia colectiva de violencia sexual en el Perú en el ámbito artístico-pedagógico. La acusación la hicieron hace tres años 16 mujeres de diversas profesiones y edades por delitos contra la libertad sexual. El acusado es el director de teatro, Guillermo Castrillón, y las denunciantes – en su mayoría – fueron sus alumnas cuando ocurrieron los delitos imputados.
Este es un caso emblemático no solo por ser la primera vez que un grupo de mujeres se atreven y toman fuerza para iniciar un proceso judicial en contra de un integrante del medio artístico peruano, sino por lo que implica en términos de justicia para cualquier vícitma de violencia de género en el Perú. Es por eso, que la respuesta de la fiscalía, en la voz del Fiscal Marco Guzmán Baca, es una clara muestra de la incapacidad de la justicia peruana para acoger y abordar casos delicados que requieren urgente conocimiento del enfoque de género para que la justicia sea accesible.
La respuesta del fiscal Guzmán Baca a este caso, pone en evidencia una vez más la preariedad del sistema de justicia para las víctimas, y por qué muchas mujeres eligen el silencio de su sufrimiento en vez de hacer públicas sus experiencias traumáticas; que las expondrán a ser humilladas, vapuleadas y re-victimizadas por fiscales que implícita o explícitamente protegen a los agresores; fomentando que la violencia de género siga perpetuándose.
Se espera un pronuniciamiento claro y contundente del Ministerio de la Mujer, del Ministerio de Justicia y que se revierta este fallo históricamente vergonzoso y ofensivo para las víctimas de Castrillón, y para toda víctima de violencia de género.
Las denunciantes exigen que se designe un nuevo fiscal que aborde el caso con enfoque de género y todas las pruebas, evidencias y testimonios que la resolución del fiscal Guzmán Baca no ha tomado en cuenta y que a continuación las denunciantes hacen de público conocimiento en el comunicado transcrito acá abajo.
[Como periodistas con enfoque de género, invocamos a nuestrxs colegas a dar un tratamiento sensible y adecuado de este tema en sus medios, a respetar el anonimato de las víctimas que así lo eligen y a cuidar cualquier lenguaje o difusión de esta noticia en una manera que exponga más a las víctimas al machismo y sexismo imperante.]
COMUNICADO DE LAS DENUNCIANTES DE GUILLERMO CASTRILLÓN
Hace tres años, 17 mujeres de distintas edades y profesiones denunciamos públicamente a Guillermo Castrillón por delitos contra la libertad sexual. La mayoría no nos conocíamos y revelábamos nuestras historias por primera vez. Durante esos años de silencio, cada una había creído que era la única víctima.
Una gran proporción de las denunciantes éramos alumnas de Castrillón en el momento en el que ocurrieron los abusos. Otras, éramos jóvenes actrices bajo su dirección. En ambos casos, lo sucedido se dio en el marco de una relación asimétrica, donde él tenía autoridad y poder sobre nosotras.
A partir de la publicación de los testimonios, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), en su rol rector de protección de los derechos de las mujeres, decidió asumir nuestra defensa. Durante un largo proceso de investigación se recabaron 15 denuncias formales que pusieron en evidencia un mismo modo de operar del agresor.
Hace unos días el titular de la Trigésima Fiscalía Provincial Penal de Lima, Marco Guzmán Baca, emitió una resolución en la que solicita se proceda a archivar las 15 denuncias en contra de Guillermo Castrillón, declarando no ha lugar para formalizar la denuncia penal.
Los argumentos empleados por el Fiscal Guzmán Baca para sustentar su decisión demuestran una mirada sesgada que traslada la culpa a las víctimas. Entre las razones que esgrime, se encuentran, por ejemplo, la suposición de que no evidenciamos una afectación severa y la inexistencia de testigos que hayan presenciado el delito directamente. Asimismo, sugiere que las denunciantes desvirtuamos nuestro testimonio por no haber identificado el abuso inmediatamente.
El fiscal no toma en cuenta la evidencia presentada por nuestra defensa, incluyendo la pericia psicológica realizada al agresor, ni considera las relaciones de poder que el presunto acusado tenía con sus alumnas. Estos argumentos no solo nos indignan, sino que nos revictimizan.
En primer lugar, porque desvalorizan nuestra verdad y nuestra voz como prueba de lo ocurrido.
En segundo lugar, porque desconocen la dificultad que enfrenta cada víctima para reconocer y revelar su experiencia, sobre todo cuando existe un vínculo cercano con el abusador.
Finalmente, porque minimizan las consecuencias que ésto trajo en nuestras vidas y el largo trabajo emocional que cada una ha hecho para poder comprender y asumir lo sucedido.
Durante estos 3 años, hemos confiado pacientemente en que la justicia cumpliría su tarea. Pero, frente a esta cuestionable resolución, sentimos el deber de pronunciarnos nuevamente, con la valentía que esto requiere.
Exigimos al Ministerio Público que:
- Se revierta este dictamen que dispone el archivo definitivo de nuestras denuncias.
- Se designe un nuevo fiscal para nuestro caso.
- Se lleve a cabo una nueva investigación exhaustiva con enfoque de género.
Le pedimos a la ciudadanía que nos siga acompañando en estos momentos tan determinantes y que alcen la voz con nosotras en contra de la impunidad. Este es un propósito que nos debe movilizar, no solo para cambiar un dictamen inadmisible, sino para exigir un nuevo enfoque en el tratamiento de las denuncias por agresión sexual que cumpla con respaldar a las víctimas y no proteja a quienes representan un peligro para la sociedad.
E.L.B.F
M.I.V.T
K.H.H.
M.C.D.
A.M.S
S.L.G.A
L.A.P.T.
S.B.M
C.B.T.
L.B.L
R.L.D.M.T.A.
R.P.F.CH.
A.C.C.
D.R.R.
Aquí puedes acceder al comunicado original.
Foto: Perú 21
SOBRE LA AUTORA
Claudia Cisneros Méndez – Periodista y comunicadora con estudios de mujer, sexualidad y género. TW